No podía creer que un proceso de trasplante de cabello pudiera ser tan diferente. Fue como del día a la noche. Con mi primer médico, que elegí al ver un publirreportaje, la operación fue dolorosa, y una semana después todavía me dolía. El doctor Epstein me dio un sedante y les aseguro que no recuerdo haber sentido el menor dolor. Hasta la primera noche después del trasplante casi no sentí ningún dolor. El doctor Epstein es el mejor.
Ned, entrenador personal
Ft. Lauderdale, Florida