Traté desesperadamente de que no me molestara, pero, inevitablemente, la coronilla brillante se convirtió en un problema. Desde la operación que me hizo el doctor Epstein, mi amor propio y mi vigor juvenil se han renovado. Es penoso admitirlo, pero la vanidad masculina parece estar directamente relacionada con la cúspide de la cabeza. El trabajo milagroso del doctor Epstein es una panacea para el ego masculino afectado. El doctor Epstein puede darle marcha atrás al tiempo y restaurar la confianza a la vez que restaura los folículos.
Richard, abogado procesal
Nueva York